lunes, 16 de junio de 2014

CORTES DE PALLÁS


Subir a la Muela de Cortes por el paso de La Franca es rememorar, en cierta manera, el camino realizado por los moriscos que no aceptaron el decreto de expulsión de 1609. La primera parte, junto al arroyo de Cortes, transcurre entre huertas sobre el Corbinet. Este año está resultando muy seco pero basta con cerrar los ojos e imaginar una corriente de aguas cristalinas que avanza entre numerosas cascada, formando pozas entre una tupida vegetación de ribera. Ayer no era así y, a pesar de todo, nos gustó. Un hueco estrecho y alargado, la ventana del águila, daba paso al impresionante ziz-zag previo al paso de La Franca.
Ayudados por la umbría de la montaña y algunas nubes que aparecieron milagrosamente, el grupo subió por estas lazadas con gran ligereza. En algún momento el cansancio asomaba, pero un pequeño descanso y un vistazo al paisaje sobrecogedor que nos rodeaba, nos daban las fuerzas necesarias para continuar un poco más. Ya en la parte alta de la muela realizamos una corta parada para hidratarnos y continuar nuestro camino junto al depósito de aguas de la central. Con un perímetro de cuatro kilómetros tiene una capacidad de veintitrés hectómetros cúbicos.
La bajada no es menos espectacular. Se trata de la Senda de La Cortada; construida para acceder a una propiedad del Barón de Cortes. Tanto habló de ellas en su libro que se le ha bautizado como Ruta de Cavanilles en honor al ilustre botánico que tanto habló de nuestras tierras. Es una obra impresionante en un terreno agreste que permite salvar los cuatrocientos metros de desnivel existentes. De bajada todo se hace con más alegría y las vistas sobre el Júcar, la Sierra de Martés, el castilo de Chirel,... solo se entristecen por el aspecto desolador que dejó el pavoroso incendio de hace un par de años.

No voy a hablar de lo bien que comimos algunos en el paraje del Corbinet, ni de las cervecitas que se tomaron otros en Cortes de Pallás, ni.... ¡¡¡¡Qué sufrido es esto!!!!

Lo mejor es que disfrutéis de las fotos de Toni, Diego y de Sendeando.

En esta ocasión los bastones obsequio de DEPORTES ALVARADO fueron a para a las manos de Fernando A.; la perseverancia tiene sus frutos. Seguro que les va a dar mucha caña y nosotros lo veremos.

La ruta en Wikiloc

lunes, 2 de junio de 2014

LA YESA - LA TORRE


La comarca de La Serranía del Turia es una parte de nuestra provincia que le tenemos una consideración especial y volvemos a ella con cierta frecuencia. En esta ocasión hemos realizado otro tramo del GR-37 entre la Yesa y la aldea de La Torre. Esta zona perteneció a la Taifa de Alpuente allá por el siglo XI y, tras su incorporación al Reino de Aragón, fue territorio de frontera con el de Castilla. Apaciguados los ánimos tras la unión de los reinos no vuelve a vivir momentos convulsos hasta nuestra guerra civil. Terreno de paso para el ganado trashumante, el sendero de las Vías Pecuarias poner en valor estos caminos públicos para un uso más recreativo. 
El tramo que recorrimos ayer es, sin duda, uno de los más ricos en cuanto a variedad de paisaje. Abundan los terrenos de cultivo; impresionantes los nogales y sus extensos campos de cereal. Los pequeños bosques de carrascas van salpicando el paisaje entre los pinares de repoblación. Aunque la verdadera protagonista del día es la Sabina Albar. Reliquia del Terciario sobrevive a las duras condiciones del clima casi continental de la zona.

Salimos de La Yesa en dirección a la Rambla de Ahillas en un día caluroso aunque con unas nubes blancas que anticipaban cambios. La lluvia de la tarde anterior no permitía disfrutar de gran variedad de aromas y el terreno mullido hacía muy cómodo el paseo. Al llegar a las cercanías del aeródromo, termina el bosque de ribera y los campos de cultivos y nos vamos adentrando en un terreno dominado por la carrasca. A medida que ganamos altitud van apareciendo magníficos ejemplares de sabinas. Terminada la primera subida del día, nos adentramos en el Barranco de Ballesteros que nos irá guiando hasta la aldea de La Cuevarruz
A la salida de este núcleo de población una fina lluvia nos acompaña durante un rato y hace más agradable, si cabe, la caminata. Los pequeños grupos de sabinas se alternan con campos de cultivo. Es impresionante poder caminar junto a ejemplares que pueden llegar a tener mil años de antigüedad. Una de estas sabinas acoge al grupo a la hora de comer. Continuamos nuestro recorrido siguiendo las marcas rojas y blancas del sendero hasta llegar a la aldea de La Torre; punto final de nuestra excursión.

Por la mañana hicimos el tradicional sorteo de bastones que nos facilita DEPORTES ALVARADO. En esta ocasión van a tener un uso largo en el tiempo ya que fueron a parar a las jóvenes manos de Diego, waterpolista y músico en ciernes. ¡Disfrútalos!

Fotos de Diego AQUÍ y de Sendeando AQUÍ.