martes, 19 de mayo de 2015

CABEÇÓ D'OR

En ocasiones acaban siendo contradictorios los nombres de algunas poblaciones o lugares. En la pasada excursión recorrimos una buena parte del municipio de Aigües (Aguas) después de subir al macizo del Cabeçó d'Or (del íbero Ur, agua); incluso pasamos junto a las instalaciones del antiguo balneario. Sin embargo lo característico del recorrido no fue el agua, más bien la ausencia de ella. En la web del ayuntamiento habla de la "sobreexplotación de los acuíferos" como posible causa de esta situación. Por lo menos algo sigue igual: el hotel del balneario se llamó Miramar y esto permanece invariable. El mar mediterráneo sigue en su sitio y se ve desde allí.

Comenzamos la subida cerca de la cueva de Canelobre (Busot), justo en una curva cerrada con un pequeño aparcamiento. El camino se adentra en un pequeño barranco que viene desde el Racó de Sevas y que nos sirve de referencia para tomar la senda que nos llevará, poco a poco, hasta el collado de la casa del Polzet. En este punto podemos elegir entre subir al pico o quedarnos a descansar y disfrutar de la vista sobre el llano de l'Alacantí.

La primera parte de la subida, pese a cruzar algún canchal, se realiza entre pinos, algún pequeño bosque de carrascas y diversas formaciones rocosas (balmas,...). Tras pasar un par de escalones donde hay que ayudarse de las manos, llegamos a la parte alta del macizo. Pasamos junto a la Sima del Marqués para llegar al vértice geodésico del Cabeçó d'Or. Hacia el interior destacan el Maigmó y la Penya de Migjorn. Si seguimos rodando vemos Aitana, el Ponoig, Puigcampana, al fondo el Penyal d'Ifach, la bahía de Calpe, la Serra Gelada,... Como había una pequeña bruma, las edificaciones (demasiadas) parece que se perdían entre la grandiosidad del paisaje. O sería un ilusión óptica.

De vuelta al collado reponemos fuerzas y comenzamos la larga bajada hacia el barranco del Salmitre. Nos quedaba todavía superar la Collada de la Castellana y seguir junto al barranco de Baranyes. Esta última subida, aunque corta, se nos atragantó a más de uno (y de una). Este camino nos lleva hasta la pinada cercana a las instalaciones del Balneario. Pasamos junto a bancos de piedra, una ermita, restos de una antigua terraza-mirador,... hasta llegar al edificio abandonado del hotel y tomar el camino hasta Aigües. Agradecimos la sombra y un buen avituallamiento líquido.

Como de costumbre sorteamos los bastones que nos obsequia DEPORTES ALVARADO en cada una de nuestra excursiones. Lidia M. fue la afortunada.

Fotos de Sendeando AQUÍ y de Toni M. AQUÍ.

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